El reloj TAG Heuer Carrera nació en 1963, inspirado en un amor genuino por el automovilismo y un diseñador apasionado por el mobiliario modernista.
Precedido por el Autavia y seguido por el Mónaco de caja cuadrada, el cronógrafo Carrera es uno de los relojes de la Santísima Trinidad de Heuer, que dio forma a una época dorada del dinamismo: dirigida por el joven y enérgico presidente Jack Heuer, la marca familiar de cronómetros se reveló como el fabricante de relojes de pulsera para carreras por excelencia.
El Heuer Carrera es la versión relojera del coche de carreras, libre de cualquier adorno o artefacto superfluo con el simple objetivo de exprimir hasta el último ápice de rendimiento de la máquina. Esta pureza esencial es la razón del duradero atractivo del modelo.
Puesto que ambas marcas han trabajado juntas durante décadas, a pesar de que este sea el primer reloj que crean en colaboración. Tanto es así que probablemente se preguntará cómo es posible que esta creación conjunta no haya nacido antes. Al fin y al cabo, el cronógrafo TAG Heuer Carrera y los modelos de automóviles Porsche Carrera incluso reciben su nombre de la misma carrera mexicana, la durísima Carrera Panamericana de los años 1950.
No obstante, hasta ahora, la relación entre la marca relojera y el fabricante de automóviles, lejos de mayores formalidades, se ha basado en encuentros fortuitos y admiración mutua. Es el caso, por ejemplo, del legendario piloto suizo Jo Siffert , piloto y distribuidor de Porsche, que lucía el logotipo de Heuer en su mono de carreras, lo que dio pie a que Steve McQueen hiciese lo propio en la película Le Mans de 1971, al volante de un Porsche 917. Asimismo, la estrella de Hollywood lucía un cronógrafo Heuer Mónaco cuadrado en la película.
Ahora, tal y como expresa el director general de TAG Heuer, Frédéric Arnault, ha llegado el momento de que su relación se haga oficial. «Es obvio que compartimos una historia y unos valores comunes, pero lo más importante es que compartimos una misma actitud. Con esta alianza, TAG Heuer y Porsche se reúnen oficialmente tras décadas de momentos compartidos».
Cabe destacar que ambas partes coinciden en su determinación de que esta no sea una simple colaboración más entre representantes del mundo de la relojería y el automovilismo. Así, este nuevo reloj tan solo marca el comienzo de una relación que estará presente en el desarrollo de la relojería y el automovilismo a lo largo de los próximos años, tal y como ocurre con las colaboraciones oficiales con el equipo Porsche GT en el Campeonato Mundial de Resistencia, la Copa Porsche Carrera, la Porsche Esports Supercup y las carreras Porsche Classic de vehículos de motor vintage.
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Movimiento manufactura Heuer 02[/caption]
El TAG Heuer x Porsche Carrera hace gala de la elegancia propia de los bólidos de alto rendimiento. La caja de 44 mm está elaborada con acero pulido y cuenta con un bisel fijo con escala taquimétrica de cerámica negra que presenta el logotipo de Porsche inscrito en rojo a la 1. Por su parte, el tipo de letra del logotipo se manifiesta en los índices de la escala de 60 segundos sobre una esfera gris asfalto, un guiño a las pistas de los grandes circuitos del mundo. Asimismo, la corona de acero situada a las 3 complementa el logotipo con una franja roja.
Los índices están chapados en oro negro con SuperLumiNova® blanca. Las clásicas esferas internas del TAG Heuer Carrera incorporan una punta roja en las agujas de los contadores de segundos y horas del cronógrafo.
Más allá del estilo, y como ocurre con los motores Porsche, lo que se encuentra «bajo el capó» de este reloj es la clave de su rendimiento. Se trata del movimiento automático de Manufactura Heuer 02, con una reserva de marcha de 80 horas y una precisión sumamente espectacular.
La pieza está disponible tanto con la correa de piel de becerro negra que evoca el interior de un Porsche, como con el clásico brazalete deportivo de acero con eslabones en forma de H del cronógrafo Carrera. Por último, pero no por ello menos importante, esta edición especial se presenta en un estuche personalizado diseñado en exclusiva para la ocasión. La caja negra presenta los logotipos de ambas marcas e incluye un estuche de viaje negro con el interior en el clásico rojo de Porsche.
Asimismo, las dos marcas han unido sus fuerzas tanto en el green, para los torneos Porsche European Open y Porsche Golf Cup World Final, como en la cancha, para el Porsche Tennis Grand Prix. Y, por supuesto, podemos afirmar casi con total certeza que de esta colaboración nacerá otro reloj en un futuro cercano. No obstante, de momento tendremos que esperar para verlo.
En este caso, paradójicamente, la velocidad no lo es todo.
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